Dani Vidal, plusmarquista mundial paralímpico, se convirtió este miércoles en el primer nadador paralímpico sin brazos en cruzar el Estrecho de Gibraltar, invirtiendo seis horas y veintidós minutos.
El deportista castellonense, de 32 años, logró cruzar el estrecho al tercer intento, después de no conseguirlo el lunes por el fuerte viento ni ayer debido primero a la niebla y después a las rachas de viento. Poco después de la siete de la mañana este nadador, que perdió un brazo y parte del otro en su niñez tras sufrir una fuerte descarga eléctrica, abandonaba el puerto de Tarifa.
La longitud del Estrecho de Gibraltar es de poco más de catorce kilómetros en su parte más angosta, entre Punta de Oliveros (España) y Punta Cires (Marruecos), y su profundidad varía entre unos 280 metros en el Umbral de Camarinal hasta algo menos de mil a la altura de la bahía de Algeciras.
Acompañado por dos embarcaciones, una de apoyo y otra de seguimiento, este deportista de Burriana realizó la travesía, en la que aseguró no ha encontrado obstáculos, tan sólo a dos millas de completar la prueba tuvo que hacer frente a vientos de 4,2 nudos de lateral. "Los organizadores pensaban que íbamos a aparecer en Ceuta, pero finalmente, aunque he tenido que ir un poco más lento, he logrado combatir este contratiempo y llegar al punto de la costa africana que nos marcamos".
A pesar de ser pleno verano, Vidal tuvo que proveerse de un traje de neopreno debido a las bajas temperaturas del agua (alrededor de 15 grados). En las casi siete horas, los delfines --"peces gordos", como los definió el propio protagonista-- se convirtieron en unos privilegiados espectadores de la gesta de Vidal. Una hombrada que ya ha dado la vuelta al mundo.
Lo que empujó a Dani a afrontar este reto mayúsculo, que llevaba varios años barruntando, era un reconocimiento mundial. Porque a pesar de ser una eminencia en el deporte paralímpico, no muchos conocían --hasta ayer-- al nadador natural de la capital de La Plana Baixa. Tras la prueba, el plusmarquista aprovechó la ocasión para reivindicar “más atención» para el deporte adaptado, ya que «está olvidado por todo el mundo”. De hecho, el nadador reconoció que decidió cruzar a nado el Estrecho de Gibraltar “para crear un punto de atención sobre el deporte adaptado”.
Poco a poco, la prensa nacional y también la internacional se hacían eco de haber cubierto la distancia entre la punta meridional de Europa y la septentrional de África. Periódicos de Venezuela, Ecuador... recogían en sus ediciones, impresas o digitales, el nuevo récord de Vidal.
Noticia recogida en diferentes medios.
Roger Torné.
El deportista castellonense, de 32 años, logró cruzar el estrecho al tercer intento, después de no conseguirlo el lunes por el fuerte viento ni ayer debido primero a la niebla y después a las rachas de viento. Poco después de la siete de la mañana este nadador, que perdió un brazo y parte del otro en su niñez tras sufrir una fuerte descarga eléctrica, abandonaba el puerto de Tarifa.
La longitud del Estrecho de Gibraltar es de poco más de catorce kilómetros en su parte más angosta, entre Punta de Oliveros (España) y Punta Cires (Marruecos), y su profundidad varía entre unos 280 metros en el Umbral de Camarinal hasta algo menos de mil a la altura de la bahía de Algeciras.
Acompañado por dos embarcaciones, una de apoyo y otra de seguimiento, este deportista de Burriana realizó la travesía, en la que aseguró no ha encontrado obstáculos, tan sólo a dos millas de completar la prueba tuvo que hacer frente a vientos de 4,2 nudos de lateral. "Los organizadores pensaban que íbamos a aparecer en Ceuta, pero finalmente, aunque he tenido que ir un poco más lento, he logrado combatir este contratiempo y llegar al punto de la costa africana que nos marcamos".
A pesar de ser pleno verano, Vidal tuvo que proveerse de un traje de neopreno debido a las bajas temperaturas del agua (alrededor de 15 grados). En las casi siete horas, los delfines --"peces gordos", como los definió el propio protagonista-- se convirtieron en unos privilegiados espectadores de la gesta de Vidal. Una hombrada que ya ha dado la vuelta al mundo.
Lo que empujó a Dani a afrontar este reto mayúsculo, que llevaba varios años barruntando, era un reconocimiento mundial. Porque a pesar de ser una eminencia en el deporte paralímpico, no muchos conocían --hasta ayer-- al nadador natural de la capital de La Plana Baixa. Tras la prueba, el plusmarquista aprovechó la ocasión para reivindicar “más atención» para el deporte adaptado, ya que «está olvidado por todo el mundo”. De hecho, el nadador reconoció que decidió cruzar a nado el Estrecho de Gibraltar “para crear un punto de atención sobre el deporte adaptado”.
Poco a poco, la prensa nacional y también la internacional se hacían eco de haber cubierto la distancia entre la punta meridional de Europa y la septentrional de África. Periódicos de Venezuela, Ecuador... recogían en sus ediciones, impresas o digitales, el nuevo récord de Vidal.
Noticia recogida en diferentes medios.
Roger Torné.
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I des d'aquí, fer el recordatori a Sonia Mañas Almela, que també adaptada, va efectuar la mateixa gesta fa dos anys. Els dos han estat alumnes del blogger en la seua formació docent. Ànims a ells i als seus técnics.
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